Quito, 10 abr (PL) El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, afirmó hoy que la Asamblea Constituyente esta vía para impulsar una transformación radical en el pais.
Tras desechar los temores y mentiras de los grupos opositores a la consulta popular del domingo próximo, Correa rechazó que fuera a nacionalizar los medios de producción y acabar con la dolarización de la economia.
El mandatario reiteró su llamado a la ciudadanía a defender el derecho de todos al cambio, a vivir en un país mejor y sin el control de la partidocracia. «Sería un desastre para el país, no para mí» si ganará el «no», recalcó en declaraciones a medios de prensa nacionales.
A una pregunta sobre si dimitiría ante la derrota del «sí» en el plebiscito, subrayó que «habría que pensarlo porque sería un rechazo» a su propuesta de Asamblea Constituyente. «Tenemos que pensarlo muy seriamente, yo no me aferro al cargo», aseveró.
«Mi concepto de democracia es que yo soy el mandatario que recibe un mandato a través de las urnas de parte del mandante, que es el pueblo ecuatoriano. Si ese mandante no nos quiere más en el gobierno, me voy con la conciencía tranquila a mí casa», agregó.
Alertó que los mismos partidos de derecha de siempre quieren asustar a la población «diciendo que aquí se quiere imponer una dictadura, que se quiere terminar la dolarización» El jefe de Estado aclaró que la Constituyente que se pide al pueblo en el referendo «no es para salir de dólar, sino para acabar con la partidocracia, despolitizar la justicia e ir a un régimen que mejore la administración pública».
Con esa Asamblea, se superará el modelo neoliberal nefasto dejado por la Constitución del 98, entre otras asuntos, aseveró. Correa reconoció que necesita poco más tres millones de votos para lograr la victoria del «si» y dar paso a la Constituyente de plenos poderes.
Un total de nueve millones 188 mil 787 electores están convocados a las urnas el domingo próximo, pero se estima -según cálculos oficiales- que solo seis millones ejerzan su derecho al voto.
Tras desechar los temores y mentiras de los grupos opositores a la consulta popular del domingo próximo, Correa rechazó que fuera a nacionalizar los medios de producción y acabar con la dolarización de la economia.
El mandatario reiteró su llamado a la ciudadanía a defender el derecho de todos al cambio, a vivir en un país mejor y sin el control de la partidocracia. «Sería un desastre para el país, no para mí» si ganará el «no», recalcó en declaraciones a medios de prensa nacionales.
A una pregunta sobre si dimitiría ante la derrota del «sí» en el plebiscito, subrayó que «habría que pensarlo porque sería un rechazo» a su propuesta de Asamblea Constituyente. «Tenemos que pensarlo muy seriamente, yo no me aferro al cargo», aseveró.
«Mi concepto de democracia es que yo soy el mandatario que recibe un mandato a través de las urnas de parte del mandante, que es el pueblo ecuatoriano. Si ese mandante no nos quiere más en el gobierno, me voy con la conciencía tranquila a mí casa», agregó.
Alertó que los mismos partidos de derecha de siempre quieren asustar a la población «diciendo que aquí se quiere imponer una dictadura, que se quiere terminar la dolarización» El jefe de Estado aclaró que la Constituyente que se pide al pueblo en el referendo «no es para salir de dólar, sino para acabar con la partidocracia, despolitizar la justicia e ir a un régimen que mejore la administración pública».
Con esa Asamblea, se superará el modelo neoliberal nefasto dejado por la Constitución del 98, entre otras asuntos, aseveró. Correa reconoció que necesita poco más tres millones de votos para lograr la victoria del «si» y dar paso a la Constituyente de plenos poderes.
Un total de nueve millones 188 mil 787 electores están convocados a las urnas el domingo próximo, pero se estima -según cálculos oficiales- que solo seis millones ejerzan su derecho al voto.
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