Abajo en vez de negociados de nichos y entre dichos entre regidora

Por: Mauricio Quiroz Torres.
Ha causado un gran malestar en las bases partidarias del APRA la destitución de la Dirección Nacional de Organización del "cholo" Wilber Bendezú. El, como oriundo del Cuzco señorial es un dirigente salido de las canteras más populares del Aprismo y se forjó en la dura brega de las luchas callejeras y del quehacer partidario.

Su rostro cetrino y su baja estatura como la gran mayoría de los peruanos lo convirtieron en un líder carismático y popular y por esa razón muchos dirigentes de base y militantes del partido decían que "es uno de los nuestros" en comparación con muchos dirigentes mesocráticos de ahora.

Pagó caro el convocar a una marcha exigiendo la restitución de la Constitución del 79, buscar mejor relación del partido con el gobierno y de ser crítico permanente de la injerencia de personajes tan corruptos como Carlos Arana y Agustín Mantilla dentro del APRA, el gobierno central y del mismo Concejo municipal de VMT aliado ahora con el alcalde Manolo Castillo y ayudado por el regidor Álvaro Quispe. Quispe es un miembro nato de la cofradía siniestra encabezada por Agustín Mantilla versión moderna de “Don Vitto Corleone”. Wilber, como buen militante ha aceptado disciplinadamente dicha separación.

Demás esta resaltar su infatigable trabajo en Villa María de la mano del Sec. Gral. Percy Reyna Zavala en la primera vuelta electoral y en condiciones muy adversas, pero esa dura etapa que logró buenos resultados era constantemente saboteada por allegados del mantillismo en este distrito, como el ex inquilino del penal de San Jorge: Pedro Castro y su nauseabundo compadre Ismael Santiago.

Sabemos que esta intolerancia no acallará la voz de Wilber Bendezú y de muchos militantes honestos del aprismo que buscan el retorno a la Constitución de Haya de la Torre.

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